La glucosa es una molécula del grupo de los carbohidratos, así como un monosacárido o azúcar simple, que por su fórmula o composición es uno de los compuestos más regulares en la naturaleza. Es importante hacerse un análisis clínico de glucosa, ya que puede ayudar a tomar medidas correctas a tiempo para mantener un estado saludable y evitar enfermedades que pueden volverse graves.

El análisis clínico de glucosa es muy sencillo, se obtiene una pequeña muestra de sangre, el cual debe ser en ayunas (por lo menos 8 horas antes de comer algo) para que se obtenga un nivel ordinario de glucosa en la sangre. El médico puede solicitar este examen si estás teniendo algunos signos de diabetes como los siguientes:

• Aumento en la frecuencia de la necesidad de orinar.
• Visión borrosa.
• Confusión o un cambio en la forma del habla.
• Episodios de desmayo.
• Convulsiones (por primera vez)

Después de ingerir alimentos los niveles de glucosa en la sangre aumentan y se empieza a producir la insulina en el páncreas, ésta actúa como un sensibilizador de la célula para la entrada de la glucosa, es aquí dónde se recomienda hacerse periódicamente un análisis clínico de glucosa en la sangre ya que un nivel alto de puede ser preocupante y puede afectar la salud.

Si no se trata a tiempo el incremento de glucosa en la sangre puede causar problemas graves a corto y largo plazo; en el corto plazo puede llegar a deshidratar causando un daño en las células de la piel y de todos los organismos internos por falta de la hidratación, a su vez genera un cansancio crónico el cual puede afectar incluso emocionalmente. A largo plazo el daño es más peligroso, ya que puede afectar órganos vitales como: riñones, ojos y nervios. Por el contrario, un nivel de glucosa muy bajo en la sangre también es preocupante ya que provoca un desequilibrio en el cuerpo causando transpiraciones, temblores, arritmias y mareos.

Los principales órganos que son afectados por la diabetes:

• Ojos: Existe daño severo en los tejidos que lubrican el ojo, por tal motivo se puede perder la vista.
• Piel: Se torna sensible, seca y opaca, provocando infecciones.
• Hígado: Puede volverse graso o puede generar insuficiencia, por lo que afecta el desarrollo de sus funciones principales.
• Pies: Las heridas no cicatrizan por lo que se corre el riesgo de amputación.
• Nervios: Se producen hormigueos, sensación de choques eléctricos y otro tipo de efectos poco placenteros.
• Boca: La encía y los dientes colapsan, es posible que haya pérdida de estos.
• Corazón: Los infartos son la primera causa de deceso de los diabéticos.
• Riñones: Se causa una falla renal y los órganos colapsan.

Staff