¿Qué ocurre si fallece un asegurado?

agosto 2020 / Tecnología, Salud

Los seguros son algo imprescindible para las personas que tienen familia o personas que dependen de ellos, es una manera de garantizar el bienestar y seguridad aún cuando ya no estés. Esto es posible gracias al pago de indemnización en caso de algún siniestro. Al contar con un seguro de vida puedes dejar como beneficiarios a tu pareja y a tus hijos, ellos son los que recibirán la indemnización correspondiente. Esto les ayudará a poder estabilizarse financieramente en tu ausencia.

Te compartimos información que debes saber sobre tu seguro de vida si llegas a fallecer.

¿Quién cobra el seguro de vida en caso de fallecimiento?
En la circunstancia de que el beneficiario del seguro de vida haya fallecido, se considera que no hay beneficiario y por tanto el capital volvería al tomador del seguro, que podría designar otra persona como beneficiaria. En el supuesto en que el asegurado y beneficiario fallezcan a la vez, el capital se incorpora al patrimonio del beneficiario y lo heredarán sus herederos.

¿Se puede cambiar al beneficiario de un seguro de vida?
Sí, puedes cambiar al beneficiario del seguro de vida en cualquier momento, sin necesidad de consentimiento de la persona asegurada. Solo tienes que contactar a tu compañía aseguradora, para que hagan las modificaciones de los beneficiarios. Es posible también hacerlo con una declaración escrita comunicada a la compañía después de la contratación del seguro o indicando de forma expresa en tu testamento.

¿Cómo se reparte el capital cuando hay varios beneficiarios del seguro de vida?
En caso de que designen a varios beneficiarios en la póliza, el reparto del capital entre ellos se hará de forma proporcional, a no ser que hayas especificado otro tipo de reparto. La compañía aseguradora siempre abonará las cantidades correspondientes según el capital contratado a las personas designadas como beneficiarias de la póliza. Si la designación se hace de forma genérica a favor de los herederos, debes tener en cuenta que la distribución no será proporcional, sino que cada uno de ellos recibirá el capital en proporción a la cuota de herencia que le corresponda, a no ser que indiques expresamente otra forma de reparto.

¿Quién cobra el seguro de vida cuando no se designa a un beneficiario?
Lo más habitual es que el tomador designe a uno o varios beneficiarios, ya sea de forma expresa o genérica. En este caso, según la legislación, es el tomador del seguro el que cobraría la indemnización. Si la persona fallecida es la misma que contrató el seguro, el capital se incorporaría a la herencia, y el reparto se haría de la forma que corresponda entre sus herederos.

¿Cómo cobrar el seguro de vida de un asegurado?

  1. El primer paso consiste en comprobar si la persona fallecida contaba con un seguro de vida o no. Para ello, es necesario acudir al Registro de Seguros de Vida, donde obtendrás la información necesaria de la póliza.
  2. Es necesario expedir el certificado de defunción del asegurado en el Registro Civil y notificar a la aseguradora por escrito en un plazo que no puede exceder de 7 días por norma general.
  3. El beneficiario del seguro de vida tiene que abonar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD). Este requisito es indispensable para que la compañía aseguradora pague la cuantía de la póliza. Es importante aclarar que dicho impuesto, únicamente por el importe del seguro, deberá pagarse en el caso de que se desee recibir antes de que se produzca la tramitación de la herencia.
  4. La compañía puede solicitar otra serie de documentos al beneficiario para gestionar el pago, como el historial médico en el caso de que la muerte se haya producido por enfermedad, copia del testamento, justificante de la condición de beneficiario si no se hubiera especificado ninguno en la póliza, informes policiales o judiciales si el fallecimiento ha sido por accidente, etc.
  5. Antes de que la compañía ofrezca la resolución final del caso, ofrecerá un importe mínimo del capital asegurado que normalmente se utiliza para pagar los gastos del servicio funerario.

Una vez realizados estos pasos para cobrar el seguro de vida de un asegurado, la compañía cuenta con 3 meses para abonar el capital de la póliza, contados desde que se haya comunicado la muerte y entregado toda la documentación necesaria.

Los seguros constituyen, en la actualidad, una de las protecciones más completas, tanto para la persona que contrata la póliza como para su familia, en los casos de fallecimiento, invalidez o dependencia. Aunque al hablar de este tipo de seguros, la cobertura de fallecimiento sea la más conocida, lo cierto es que los beneficios de estas pólizas también contemplan otras situaciones personales y económicas relacionadas con el riesgo de que el asegurado pierda sus capacidades para trabajar.

Staff